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Sinergias académicas entre la UE y América Latina

La Cumbre CELAC-UE impulsa su agenda compartida con la declaración de un Pacto Birregional sobre los Cuidados

Escrito para la Red EULAS y La Fundación EU-LAC. Más información: https://eulacfoundation.org/es/difusion/blog-eu-lac


Revitalización del diálogo birregional y emergencia de los cuidados como prioridad política


Dos años después de la Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) y la CELAC en Bruselas en julio de 2023, la ciudad de Santa Marta acogió un nuevo encuentro en noviembre de este año, reanudando así las conversaciones birregionales tras un intervalo mucho más corto que el anterior. En este marco, y a pesar de la ausencia de muchas figuras de liderazgo de ambas regiones, la nueva cumbre concluyó con resultados concretos que contribuyen a seguir configurando la cooperación conjunta en un mundo cada vez más conflictivo.


Uno de los logros más significativos fue el lanzamiento del Pacto Birregional sobre los Cuidados. Se trata de una declaración que, aunque no vinculante, posee un potencial sustancial para abordar —utilizando terminología ampliamente empleada por las Naciones Unidas— uno de los principales nudos estructurales de la desigualdad de género a nivel global. En este sentido, cabe destacar que el documento que establece el Pacto birregional fue respaldado por unanimidad por los 27 Estados miembros de la UE y por 16 de los 33 países de América Latina y el Caribe (ALC) —Colombia, Barbados, Belice, Brasil, Chile, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Trinidad y Tobago y Uruguay—, que se comprometieron explícitamente a profundizar su alianza en materia de cuidados a través de una serie de principios acordados.


Mirando la historia reciente, si bien el trabajo birregional mantuvo ciertas continuidades durante los ocho años de pausa entre las cumbres de 2015 y 2023, la convocatoria de un nuevo encuentro en Bruselas no fue suficiente para formalizar este pacto —que venía siendo impulsado por una constelación de actores en ambas regiones—. Un punto importante debe hacerse aquí sobre el rol crucial de las organizaciones de la sociedad civil dentro del espacio birregional, cuyo trabajo garantizó que el documento mantuviera su impulso. En esta línea, las contribuciones de los movimientos feministas, las organizaciones internacionales y la academia son especialmente relevantes, pues desde hace tiempo venían traccionando, problematizando y visibilizando la inobjetable importancia de los cuidados para la sostenibilidad de la vida.


El rol del contexto para el avance de la agenda


El trabajo multiactoral que sustentó la concreción de este documento se articula con, y complementa, la profundidad y el impulso que plataformas regionales, como las Conferencias Regionales sobre las Mujeres de América Latina y el Caribe, han otorgado a las discusiones sobre los cuidados. Organizadas por la CEPAL desde 1977 y en coordinación con ONU Mujeres desde 2020, estas conferencias han sido fundamentales para desarrollar un lenguaje común y posicionar el trabajo de cuidados en ALC con proyección birregional y global. Han sido decisivas para amplificar y coordinar poderosas voces sobre los cuidados provenientes de la sociedad civil, la academia, las organizaciones internacionales y los gobiernos a distintos niveles.


No es casualidad que el contexto posterior al Covid —un fenómeno que, debido a las crisis superpuestas que implicó, fue descrito por algunas expertas en cuidados como una sindemia— haya proporcionado las condiciones para que la Conferencia Regional sobre las Mujeres de 2022 situara el concepto de sociedad del cuidado en el centro de su agenda, dando lugar al Compromiso de Buenos Aires. Ese mismo año, la Unión Europea lanzó otro marco clave: la Estrategia Europea de los Cuidados. Ambos documentos, junto con otros precedentes no detallados aquí por cuestiones de brevedad, fueron decisivos para allanar el camino hacia la realización de esta iniciativa.


También es importante reconocer el papel de los gobiernos locales de ambas regiones, que en 2025 reanudaron este diálogo en el IV Foro de gobiernos locales y regionales Unión Europea - América Latina y el Caribe celebrado en Bogotá unos días antes de la Cumbre. Como es bien sabido, los gobiernos locales suelen constituir el primer punto de contacto con las necesidades de cuidados en territorio y buscarán desempeñar un papel en la implementación del Pacto.

Otro aspecto notable es que el documento fue lanzado bajo los auspicios de un país latinoamericano: Colombia, que en la actualidad ocupa la Presidencia Pro Tempore de la CELAC. Esta iniciativa se alinea con el énfasis que diversos gobiernos de ambas regiones han puesto en el tema, habiendo desarrollado, o encontrándose en proceso de desarrollar, sistemas integrales de cuidados.


A nivel institucional, es significativo el papel desempeñado por la Fundación EU-LAC, ahora formalmente encargado a ella. En su 15º aniversario, la misión de la Fundación EU-LAC es precisamente construir puentes entre Europa y América Latina y el Caribe. Desde el inicio, la organización ha participado en el proceso que condujo al Pacto, convocando y sistematizando diálogos multiactorales, apoyando la identificación de buenas prácticas y facilitando una serie de consultas en conjunto con la Alianza Global por los Cuidados. También ha amplificado voces para discutir temas como la financiación y los recursos —por ejemplo, en el Pabellón de Cuidados en la Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo celebrada el pasado julio en Sevilla—, entre otras acciones llevadas a cabo por la Fundación EU-LAC y su Red Internacional de Mujeres (EU-LAC WIN). Se espera que la Fundación EU-LAC apoye esta red y, tal como establece el párrafo 15 del documento lanzado, presente propuestas concretas para ser consideradas por las autoridades, a fin de avanzar hacia una sociedad del cuidado, en colaboración con las partes interesadas pertinentes.


Además, otro hito para consolidar esta agenda fue el pronunciamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a mediados de 2025, mediante la Opinión Consultiva 31/2025. En su decisión, la Corte reconoció el cuidado como un derecho humano autónomo en su triple dimensión: el derecho a cuidar, el derecho a recibir cuidados y el derecho al autocuidado. Esto abre un camino para un mayor compromiso birregional en el reconocimiento explícito de los cuidados desde esta perspectiva. También existe espacio para seguir desarrollando un enfoque interseccional y para un mayor reconocimiento de los cuidados comunitarios. Estos dos puntos han sido enfatizados por el Grupo de Trabajo de la Sociedad Civil CELAC-UE y han sido discutidos en el Foro de la Sociedad Civil ALC-UE previo a la Cumbre.


El valor añadido del Pacto y próximos pasos


Sin pretensiones de jerarquizar ni de exhaustividad, una de las principales potencialidades de este resultado radica en su capacidad para establecer un marco concreto de cooperación sobre un asunto social crucial: todos los seres humanos necesitan, y seguirán necesitando, cuidados. Esta necesidad no se limita a los extremos del ciclo vital y/o al apoyo que puedan llegar a requerir las personas con discapacidad, sino que se extiende de manera amplia para hacer que nuestras vidas sean simplemente posibles. El Pacto, por lo tanto, proporciona un punto de partida importante para profundizar las definiciones en torno a los cuidados y avanzar en medidas para responder a las crecientes necesidades de cuidados de ambas regiones.


Otro aspecto significativo es que el texto incorpora el concepto de sociedades del cuidado, reconociendo también los sistemas de apoyo —en línea con la proclamación de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2023 del Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo—. En cuanto a la conceptualización y problematización de la agenda, ALC ha hecho valiosas contribuciones a las discusiones, incluyendo, por ejemplo, el reconocimiento de los cuidados ancestrales hacia la tierra y nuestros ecosistemas, sin los cuales no habría vidas que cuidar.


En suma, queda mucho por analizar en relación con los resultados, oportunidades y desafíos que surgen del Pacto, y para evaluar su futura implementación. Tras su reciente anuncio, este último punto es uno de los aspectos más abiertos. Al mismo tiempo, es importante tomarse un momento para celebrar este logro: ambas regiones cuentan ahora con un marco que no solo facilita la negociación y la priorización de los cuidados en la agenda política con renovado impulso, sino que también representa un posicionamiento estratégico.


Es probable que esta agenda también enfrente contestación; históricamente, siempre ha evolucionado de este modo, y ello enriquece la discusión. Asimismo, requiere una atención cuidadosa para abordar sus limitaciones y llenar los vacíos que aún persisten. Entre las áreas a fortalecer se incluyen una mayor claridad sobre los mecanismos de trabajo e implementación, una rendición de cuentas más sólida, una mayor inclusión de voces subrepresentadas, instrumentos claros de monitoreo, una asignación efectiva de recursos, herramientas de financiación, y una perspectiva que integre con más claridad el vínculo inseparable y constitutivo entre los cuidados y las desigualdades de género estructurales, por mencionar solo algunas.


En el actual contexto geopolítico complejo, resulta verdaderamente destacable que uno de los consensos alcanzados por estas dos regiones sea precisamente en torno a los cuidados. Este logro no surgió de manera aislada; refleja claramente un esfuerzo colaborativo entre múltiples actores en distintos niveles. Se trata de un proceso que requirió, primero, crear un espacio de diálogo y, luego, mantener los cuidados como una prioridad política de alto nivel.


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Natalia Escoffier es investigadora doctoral en la MSCA Doctoral Network LAC-EU: Understanding Latin American Challenges in the 21st Century. Realiza un doctorado en Ciencias Políticas y Sociales en la Universitat Pompeu Fabra y está adscrita al Institut Barcelona d’Estudis Internacionals (IBEI), bajo la supervisión de Andrea C. Bianculli. Su investigación analiza cómo se configura una agenda regional de cuidados en América Latina y el Caribe (ALC) y la Unión Europea mediante procesos de gobernanza multinivel. Como parte de la red doctoral, realizó una estancia profesional en la Fundación EU-LAC a finales de 2025, adquiriendo experiencia directa con iniciativas relacionadas con el Pacto Birregional sobre los Cuidados. Es licenciada en Ciencia Política (con honores) por la Universidad de Buenos Aires, magíster en Diseño y Gestión de Políticas Sociales por FLACSO Argentina, y magíster en Género, Identidades y Ciudadanía por la Universidad de Cádiz, donde estudió como becaria de la Fundación Carolina.


Las opiniones expresadas en este blog son únicamente de la autora y no reflejan las opiniones de la Red EULAS.

 
 
 

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