¿Cómo pueden las relaciones entre la UE y América Latina ir más allá de las grandes cumbres birregionales y avanzar hacia una cooperación real y transformadora? La profesora Claudia Zilla argumenta que, si bien las reuniones de alto nivel son importantes, los avances significativos se logran en formatos más reducidos y flexibles, ya sea entre grupos de Estados o mediante la colaboración personalizada de cada país. La clave, sugiere, reside en reconocer las interdependencias y aceptar la diversidad de intereses. La autonomía estratégica puede ser el objetivo, pero la colaboración requiere reconocer la profunda conexión que existe entre ambas regiones... ¿Cuál es su opinión?